Todos los años, la Casa de la Cruz Blanca en Torrelodones (Madrid), celebra la fiesta en honor a su patrón, San Francisco de Asís.

La fundación Cruz Blanca atiende a 82 personas mayores de 45 años, con discapacidad intelectual en proceso de envejecimiento prematuro.

Ahí nos encontramos personas que apenas salen, que tienen a sus familiares lejos (o que ya no tienen), que son más independientes, otros más tímidos… es un amplio abanico, que gestionan los Hnos. Franciscanos de la Cruz Blanca, el personal tan cualificado con el que cuentan y por supuesto, la labor de los voluntarios, que son los que se encargan de visitarles, organizarles salidas o fiestas.

Esta vez, Las Rookies, el grupo country line dance, de nuestra compañera Vicky, habían organizado un baile benéfico; Teníamos varios eventos privados, pero hicimos lo posible por acudir ese día ya que nosotros queremos estar siempre ahí, donde se nos necesita.

Ellas estaban bailando, cuando irrumpimos con nuestras motos, ahogando el sonido que brotaba de su equipo de música.

En palabras de Las Rookies: “¡Qué momento! Se bajaron de sus motos y con ese ritual innato que hipnotiza, se quitaron los guantes y los cascos y los familiares y personas con discapacidad, corrieron a hacerse fotos con los moteros y las motos”.

¡Es que sois auténticos, compañeros!

Mientras estábamos con el público y los Hnos Franciscanos, ellas seguían bailando y sacando un par de ases de la manga, como la colaboración especial de Laura y Emilio, de Country Sierra y nuestros compañeros, Susana y Deivi, que hicieron las delicias de la gente. Al final terminamos todos bailando.

Hicimos una pausa para picotear algo ya que para agradecer que estuviéramos ahí, los Hnos. Franciscanos nos prepararon una copiosa merienda. Después nos unimos al grupo rociero, para bailar o intentar más bien, bailar sevillanas y rumbas con las personas con discapacidad.

Fue un evento muy emotivo, donde los chicos no pararon de sonreír y abrazarnos. La vida te pone obstáculos, pero los límites los pones tú

Siempre nos llevamos mucho, de cada fiesta.